2. Jesús sanó al leproso. Del mismo modo, Eliseo sanó a Naamán (Segundo libro de los Reyes 5:7-14). Por eso, los discípulos fueron empujados a ese servicio en Mateo 10:8. ¿En que los transforma?
3. Jesús curó a un ciego. Eliseo no solo cegó a sus enemigos, sino que también devolvió la vista a través de una súplica (Segundo libro de los Reyes 6:17-20). Muhammad también curó repetidamente la ceguera a través de una súplica.
4. Jesús revivió a los muertos. Otra vez, Eliseo también, revivió dos niños (1 Reyes 17:22 y 2 Reyes 4:34). Además, sus discípulos fueron alentados a revivir a los muertos (Mateo 10:8). Entonces, nuevamente ¿En que los transforma?
5. Jesús caminó sobre el agua. Si hubiese estado en los tiempos de Moisés, no hubiese tenido la necesidad.
6. Jesús espantó demonios. También lo hicieron sus discípulos (Mateo 10:8). También los hijos de los Fariseos (Mateo 12:27 y Lucas 11:19). Por lo tanto, por eso, los caprichosos seguidores a los que Jesús desconoció repetidamente (ver Mateo 7:22)— un pensamiento desconcertante considerando la cantidad de teatro que realizaron sacerdotes y Ministros, aun si fuesen verdad.
Por lo tanto, si buscamos evidencia de la divinidad de Jesús, nos vemos forzados a buscar más allá de los milagros.