Como afirmamos antes, Marcos no fue un testigo ocular de la vida de Jesús, ni tenemos registros claros que muestren que la iglesia primitiva haya memorizado las palabras de Jesús. Por lo tanto, este lapso de tiempo debe ser considerado como algo importante. Durante este tiempo, las tradiciones acerca de Jesús tomaron forma y se desarrollaron con muchas diferentes versiones de los evangelios, que circularon por distintas comunidades.