En la versión de Marcos, viendo Jesús a la distancia un árbol de higos, fue a buscar fruta. Ya que no estaba en la estación correcta, no encontró comida en el árbol. Jesús, después de cometer este comprensible error humano, maldijo al buen árbol. En cuanto a Mateo, él elimina la información de que no estaban en la estación correcta, ya que esto implicaría que Jesús destruyó un árbol sin razón justificable. Mateo deja que el lector piense que el árbol era estéril y que por eso merecía ser destruido.
Por otra parte, en Marcos los discípulos notan que el árbol se ha secado sólo al día siguiente. Sin embargo, en Mateo el árbol se seca inmediatamente demostrando el poder de Jesús y el asombro de los discípulos. Más aún, Marcos hace otros cambios significativos al pasaje, como por ejemplo, donde Marcos menciona “casa de oración para todas las naciones”, Mateo omite “todas las naciones” para satisfacer a sus lectores judíos.